AVISO

AVISO: Todas las historias son inventadas, todos los personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

domingo, 26 de febrero de 2012

¡Reminiscencia!

Consulta del Dr. Akiyuki Tsukazaki
16:30

Zuhurne Zaken permanecía en la sala de espera, junto al asistente Matsuo Akinari, que le acompañaba a su primera consulta con el Dr. Tsukazaki. Akinari parecía estar ansioso, pues no paraba de recolocarse en el asiento, como hacía Illich, cuando buscaba una postura con la que encontrar al fin el sueño.

A Zaken le divertía Akinari, pues más de una vez, le había pescado in fraganti, lanzándole miraditas. En su rostro, podía contemplar la inexperiencia de su edad, aún ostentando un cargo de responsabilidad, pues en el fondo, se le notaba, que no era más que un niño con zapatos nuevos, y estos, le venían un poco grandes.

Finalmente, Akinari, que parecía buscar fuerzas para aproximarse a Zaken e iniciar una conversación, cuando al fin, se dispuso a hablar, se abrió la puerta y apareció Vlasta que se despedía del Dr. Tsukazaki. Akinari se encogió de hombros y se hundió apesadumbrado en su asiento, por la interrupción, mientras Zaken, lo contemplaba divertida.

Vlasta les saludó de pasada y se desvaneció por el pasillo, cuando el Dr. Tsukazaki captó su atención, indicando a Zaken y Akinari que lo siguieran hasta el interior de la consulta. Amablemente, el Dr. Tsukazaki, les señaló los asientos, y los tres se acomodaron en sus respectivos puestos.

- ¿Srta. Zaken, sabe por que está aquí?

- ¿Rutina?

- ¿A que se refiere?

- ¿A que se refiere usted?

- De acuerdo, Srta. Zaken… Preguntas concretas, respuestas concisas… ¿Trato?

- ¡Trato!

- ¿Le ha explicado el Asistente General Akinari por que está aquí?

- Me ha comentado que forma parte de la evaluación. Primero se me hizo una valoración física y ahora supongo que esto es la valoración psíquica.

- Bien, quería escucharlo de usted, Srta. Zaken.

- ¿En la otra División, asistió a algún tipo de terapia o le hacían algún tipo de seguimiento de su condición psíquica?

- No, por que no era obligatorio. Había una especie de Tutorías de libre asistencia con el Dr. Gabriel Gremnitz, pero… creo que asistí a un par de ellas… A parte que el Dr. Gremnitz era un poco experimental… y por otra parte… estaban las charlas… y… como no me gusta hablar... A parte de que la finalidad de esas terapias, era detectar que todo lo acontecido a lo largo de las misiones no afectara a los agentes… emocionalmente… ya que algunas veces, uno no es consciente que absorbe las cosas como una esponja… y de repente se encuentra con un estado de ánimo pésimo… que, incluso, perjudica su estado físico… y no sabe por que… pero no es mi caso… el trabajo es trabajo y punto.

- Lo que dice está muy bien, Srta. Zaken, pero en su evaluación, han detectado ciertos bloqueos.

- ¿De que tipo?

- ¿Cuál es su recuerdo más lejano?

Zaken soltó una risotada. Cuantas veces había intentando desentrañar su mente y rebuscar en su memoria el recuerdo más lejano. Cuantas veces había descubierto ese vacío en su ser. Andaba por la vida sin recuerdos, sólo los que se le iban formando recientemente, desde que despertó hacía pocos años. ¿Qué es lo que había pasado antes? Una gran incógnita.

Cuantas veces se había descubierto sola, riéndose de si misma, al llamarse, la mujer sin pasado, la mujer del presente, fuera lo que fuera, lo que no recordaba, ya no formaba parte de ella, se había construido de nuevo, con las bases que se había encontrado en su nuevo camino, sin equipaje extra, en cierto modo, la pérdida de información, tal vez le había liberado, pues la memoria colectiva, sólo acarreaba castraciones y temores que provocaban que uno se rasgara las vestiduras, de rodillas sobre el fango.


Incluso, no sólo no recordaba su pasado, sino que se había vuelto olvidadiza, dejando escapar entre los dedos, los momentos ya vividos, borrándolos de sus pupilas, y permitiendo que fluyeran y se desvanecieran con el tiempo, pues sólo deseaba vivir intensamente el ahora, degustar la bocanada de aliento que permanecía en su boca y exhalaba en cada instante, observando como se fusionaba y se distorsionaba con el resto de aire que la rodeaba.

No estaba echa para recordar ni para aferrarse a momentos pasados, estaba echa para vivir intensamente y darse a lo que tenía delante, ante sus propios ojos, por que era su realidad. Disfrutaba del ahora, y cada acción la ejecutaba diestramente, saboreándola, degustándola, como si al segundo siguiente fuera la tierra a quebrarse y abrir un gran hoyo bajo sus piernas, y descendiera por la gran grieta hasta la cavidad interna de ese mundo atroz, donde la oscuridad lo engullía todo.

Tanto el Dr. Tsukazaki, como Akinari esperaban una respuesta. Zaken, al percatarse de la expectación, finalmente soltó:

- Este.

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